La ratita presumida.

Había una vez una ratita presumida que vivía en un pequeño agujero en la pared de una casa. Era muy coqueta y pasaba todo el día cepillándose su suave pelaje y arreglando sus bigotes. La ratita se sentía muy orgullosa de su apariencia y siempre quería destacar en todo lo que hacía.

Un día, la ratita decidió ir a dar un paseo por el campo. Mientras caminaba, se encontró con varios animales y se burló de ellos por ser diferentes a ella. Primero se encontró con una gallina y le dijo: "¡Qué plumaje tan aburrido tienes! Mi pelaje es mucho más suave y brillante que el tuyo". La gallina, molesta por la actitud de la ratita, decidió ignorarla y seguir su camino.

Luego, la ratita se topó con un pato y le dijo: "¡Tus plumas son tan feas y torpes! No puedes compararte con mi elegancia y agilidad". El pato, ofendido por los comentarios de la ratita, decidió seguir su camino sin prestarle atención.

Finalmente, la ratita se encontró con un conejo y le dijo: "¡Qué orejas tan grandes tienes! Son tan desproporcionadas que no pueden ser elegantes como las mías". El conejo, enojado por los comentarios de la ratita, decidió confrontarla y le dijo: "No es justo que te burlas de nosotros solo porque no somos como tú. No es nuestra culpa ser diferentes, pero eso no significa que seamos menos valiosos. Aprende a respetarnos por lo que somos y no por cómo nos vemos".

La ratita se sintió avergonzada por su actitud y se dio cuenta de que había estado siendo arrogante e insensible. Decidió disculparse con todos los animales que había ofendido y prometió tratar a todos los demás con el respeto que se merecían.

Desde ese día en adelante, la ratita se convirtió en una ratita más amable y respetuosa. Aprendió que la verdadera belleza proviene del interior y que no es justo juzgar a alguien solo por su apariencia. Los demás animales la aceptaron de nuevo y se convirtió en una parte integral de la comunidad del campo.

La ratita presumida aprendió una gran lección: la humildad y el respeto son valores fundamentales para llevar una vida feliz y armoniosa con los demás. Y así, la ratita vivió feliz para siempre.

Sobre:

"La ratita presumida" es un cuento popular de hadas que cuenta la historia de una ratita vanidosa y orgullosa de su belleza y su canto. La ratita se pasea por el campo, cantando y presumiendo de sus habilidades ante los demás animales. Sin embargo, un día un zorro astuto le hace creer que tiene una gran oportunidad de presentarse en un gran teatro, y la ratita accede emocionada.

El zorro, en realidad, tenía planes malintencionados. Cuando llegan al teatro, la ratita se da cuenta de que ha sido engañada y de que el zorro quería comérsela. La ratita logra escapar gracias a su astucia y coraje, y aprende la lección de que la belleza exterior y la vanidad no son tan importantes como la humildad y la prudencia.

El cuento ha sido adaptado en varias formas y versiones a lo largo de los años, incluyendo películas animadas y libros ilustrados. En la cultura popular, "La ratita presumida" a menudo se utiliza como una metáfora para enseñar a los niños sobre la importancia de la modestia y la humildad, así como sobre la importancia de no confiar en extraños y ser astutos y prudentes en situaciones desconocidas.