Cruzando el puente.

Había una vez un hombre llamado Juan, quien vivía en un pequeño pueblo al lado de un río amplio y profundo. Un día, Juan decidió cruzar el río para visitar a su amigo en la ciudad del otro lado. Sin embargo, el único camino para cruzar el río era un antiguo puente de madera, que se encontraba en mal estado y muy peligroso.

Juan sabía que el puente no era seguro, pero estaba decidido a llegar a la ciudad para ver a su amigo. Así que, con valentía, comenzó a caminar por el puente. A medida que avanzaba, el puente comenzó a crujir y temblar bajo sus pies. Juan se dio cuenta de que estaba aterrorizado, pero sabía que no podía darse por vencido.

De repente, el puente se partió en dos y Juan se encontró colgando sobre el río profundo y corriente abajo. Juan estaba aterrorizado y pensó que nunca volvería a ver a su amigo ni a su hogar. Sin embargo, entonces escuchó una voz suave y reconfortante que le decía: "Tienes más coraje y fuerza de voluntad de lo que crees, sigue adelante y cruza el puente".

Juan cerró los ojos y, con toda su fuerza de voluntad, logró arrastrarse hasta la orilla del puente roto. Con cada pulgada, las tablas del puente se partían y se desmoronaban bajo sus manos, pero Juan siguió avanzando, sin dejar de escuchar la voz que lo animaba. Finalmente, llegó a la otra orilla del río y se reunió con su amigo en la ciudad.

A su regreso al pueblo, Juan decidió reparar el viejo puente para que otras personas pudieran cruzarlo de manera segura. Trabajó incansablemente en la reparación y, con el tiempo, el puente se convirtió en un camino seguro para cruzar el río.

Juan nunca olvidaría aquella experiencia y siempre recordaría la voz que lo animó a seguir adelante cuando pensó que todo estaba perdido. A partir de ese momento, se convirtió en un hombre más fuerte y valiente, y siempre se aseguró de ayudar a aquellos que necesitaban cruzar el puente. Y así, el puente se convirtió en un símbolo de superación y coraje para todos los que lo cruzaban.

Aquí tienes un poema sobre cruzar un puente:


"Cruzando el puente"


Cruzando el puente, paso a paso,

con el río fluyendo debajo,

el viento susurra en mis oídos,

mientras avanzo hacia el otro lado.


La madera cruje bajo mis pies,

el sol se filtra por las rendijas,

y siento el latido de mi corazón,

mientras atravieso el vacío.


Las aguas del río me llaman,

me invitan a mirar hacia abajo,

y veo mi reflejo en el agua,

como si fuera un sueño lejano.


Pero sigo adelante, sin detenerme,

con la esperanza de encontrar un nuevo día,

cruzando el puente hacia un nuevo camino,

con la certeza de que todo será posible.

Aquí te dejo un poema sobre cruzar un puente:


"Cruzando el puente"


Cruzar el puente hacia la otra orilla,

es un viaje que implica coraje y fe,

pues las aguas del río que fluyen debajo,

pueden llenarnos de miedo y desconcierto.



Pero al avanzar, paso a paso y sin prisa,

vamos dejando atrás el temor y la duda,

y descubrimos que el camino que lleva,

a la otra orilla nos conduce a la luz.



El ruido del agua que fluye debajo,

es un canto que nos llama hacia adelante,

y aunque el puente a veces se balancee,

nos sostiene con firmeza y nos lleva hacia el frente.



Cruzando el puente, llegamos al otro lado,

con la vista ampliada y el corazón fortalecido,

y descubrimos que lo que nos parecía un obstáculo,

era una oportunidad de crecer y ser valientes.