Alibaba y los 40 ladrones.

Hace mucho tiempo, en una ciudad lejana, vivía un joven leñador llamado Alibaba. A pesar de ser un hombre pobre, tenía un gran corazón y siempre intentaba ayudar a los necesitados. Un día, mientras cortaba leña en el bosque, escuchó ruidos extraños en una cueva cercana. Al acercarse, descubrió que la cueva estaba llena de tesoros.

Alibaba no podía creer su suerte. Aunque sabía que los tesoros pertenecían a ladrones, no pudo resistir la tentación de llevarse algunos. Así, llenó su burro con sacos de oro y joyas y regresó a casa. Luego, contó todo a su esposa, quien le pidió que tuviera cuidado.

Más tarde, cuando los ladrones se dieron cuenta de que alguien había entrado en su cueva, empezaron a buscar al culpable. Finalmente, descubrieron que había sido Alibaba. Furiosos, los ladrones decidieron matarlo, pero su líder, un astuto hombre llamado Cassim, sugirió un plan diferente.

Cassim envió a su esclavo Morgiana a espiar a Alibaba. Morgiana se hizo amiga de la esposa de Alibaba y descubrió dónde vivían. Luego, le marcó una señal en la casa de Alibaba para que Cassim pudiera encontrarlos. Cuando Cassim llegó a la casa de Alibaba, le pidió que le enseñara la cueva de los tesoros.

Alibaba no quería llevar a Cassim a la cueva, pero no tenía otra opción. Al llegar allí, Cassim empezó a llenar sus sacos con oro y joyas. Pero cuando se preparaba para irse, los ladrones los descubrieron y los atacaron. Cassim logró escapar, pero los ladrones lo encontraron y lo mataron.

Alibaba, preocupado por su hermano, decidió buscar su cuerpo. Al encontrarlo, se llevó el cuerpo de Cassim a casa y lo enterró. Pero los ladrones no olvidaron a Alibaba, así que decidieron vengarse por la muerte de Cassim.

Una noche, mientras Alibaba dormía, los ladrones entraron a su casa. Pero Morgiana, la astuta esclava, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y preparó un plan. Primero, marcó la puerta de todas las casas del vecindario con la misma señal que habían utilizado para encontrar a Alibaba. Luego, mató a todos los ladrones excepto al líder, a quien entregó a la justicia.

Gracias a la valentía y astucia de Morgiana, Alibaba y su esposa pudieron vivir en paz y prosperidad. A partir de entonces, Alibaba comprendió que la riqueza mal adquirida siempre acarrea consecuencias negativas y prometió no volver a tomar nada que no le perteneciera. Y Morgiana se convirtió en la heroína del pueblo por su valentía y astucia.

Poema "Alibaba y los 40 ladrones"


Alibaba era un joven muy humilde,

que vivía en un pequeño pueblo oriental,

su trabajo consistía en cortar leña,

para luego venderla en el mercado local.



Un día mientras cortaba madera,

escuchó voces en la cueva cercana,

asombrado por lo que veía,

observó cómo abrían la gran roca maciza.



Intrigado por lo que ocurría,

se acercó lentamente al lugar,

y descubrió un gran tesoro oculto,

que los ladrones estaban por robar.



Asustado por la presencia de los ladrones,

Ali Baba se escondió y observó,

y contó cómo salían y entraban,

para abrir la roca con una contraseña.



Así, decidió entrar a la cueva,

y tomó algunos sacos de oro y plata,

mientras recitaba la contraseña,

para poder salir de la cueva enseguida.



Pero los ladrones descubrieron el engaño,

y comenzaron a buscar a Ali Baba,

quien gracias a su astucia y rapidez,

logró escapar de la cueva sin ser atrapado.



Luego, con la ayuda de su hermana,

Ali Baba derrotó a los ladrones,

y repartió el tesoro entre los pobres,

en un acto de bondad y generosidad.



Desde entonces, Ali Baba se hizo famoso,

como un héroe valiente y astuto,

y la gente del pueblo lo admiraba,

por su coraje y su gran virtud.